En la Plaza y Parroquia de Coyhaique, se reunieron para comenzar la Semana Santa con la celebración del Domingo de Ramos y en forma especial también, unirnose a la celebración anual de la Jornada Mundial de la Juventud, junto a la celebración del año de la Vida Consagrada.
Unidos a estos grandes acontecimientos, el Papa Francisco en su carta dirigida a los jóvenes, nos recuerda que son «Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios» (Mt 5,8)
Ese es el mensaje al que nos invita hoy, el mensaje de hacer de nuestra juventud una vida que solo debe apegarse y tener como riqueza el creer en Jesús y su mensaje.
LECTURA DEL EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS: Mc 11, 1-10
Cuando se aproximaban a Jerusalén, cerca ya de Betfagé y de Betania, al pie del monte de los Olivos, Jesús envió a dos de sus discípulos diciéndoles: «Vayan a ese pueblo que ven enfrente; apenas entren encontrarán un burro amarrado, que ningún hombre ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo aquí. Si alguien les pregunta: ¿Por qué hacen eso?, contesten: El Señor lo necesita, pero se lo devolverá cuanto antes.»
Se fueron y encontraron en la calle al burro, amarrado delante de una puerta, y lo desataron. Algunos de los que estaban allí les dijeron: «¿Por qué sueltan ese burro?» Ellos les contestaron lo que les había dicho Jesús, y se lo permitieron.
Trajeron el burro a Jesús, le pusieron sus capas encima y Jesús montó en él. Muchas personas extendían sus capas a lo largo del camino, mientras otras lo cubrían con ramas cortadas en el campo. Y tanto los que iban delante como los que seguían a Jesús gritaban: «¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Ahí viene el bendito reino de nuestro padre David! ¡Hosanna en las alturas!»
Palabra del Señor